Tras abandonar «The Black Mask» en 1926, Dashiell Hammett entró a trabajar en Albert Samuels Jewelers. Allí, como responsable de publicidad, trabajaba seis días a la semana y compartía copas después de las jornadas laborables. Entre sus nuevos compañeros, se fijó en una joven asistente de arte, una mujer «de las raras pelirrojas que no tienen una mancha». Su nombre era Peggy O´Toole y con la que Hammett tendría una aventura. Posteriormente, el escritor comentaría a Al Samuels, su jefe y amigo, Peggy O´Toole había sido su referente para crear el personaje de Dinah Brand en la «Cosecha roja» (1929)

«Era tres o cuatro centímetros más alta que yo, por lo que debía de pasar de un metro setenta. Era ancha de hombros, tenía un pecho abundante y las caderas torneadas, así como unas piernas grandes y musculosas. La mano que me ofreció era tersa, cálida, firme. Su cara era la de una chica de veinticinco años que empezaba a mostrar atisbos de desgaste»

Pero no sería solo la inspiración para una de los protagonistas de «Cosecha Roja», más claramente, Peggy O´Toole sería Brigid O´Shaughnessy en «El halcón maltés» (1930)

«Era alta, con un cuerpo esbelto y flexible, ni un solo ángulo. Su cuerpo se mostraba erguido, con los senos altos, las piernas largas, y manos y pies pequeños. Lucía dos tonos de azul a juego con el color de sus ojos. El cabello que asomaba ensortijado bajo el sombrero azul era de un rojo oscuro, mientras que sus carnosos labios eran de un rojo más subido»

Había transcurrido más de tres años desde que Hammett hubiera dejado de trabajar en Albert Samuels Jewelers, cuando escribió su novela favorita en 1931, «La llave de cristal», el protagonista, Ned Beaumont, apuesta por una yegua de nombre familiar:

«—Hola, Bernie. Soy Ned. ¿Cómo están las apuestas por Peggy O´Toole?…»

Además al protagonista no le irá nada mal:

—Hola, Ned —dijeron al unísono, deteniéndose. Y Sloss añadió—: Me han dicho que apostaste por Peggy O´Toole.

—Así es.

—¿Ganaste mucho?

—Tres mil doscientos.»

Por último, si leen la dedicatoria de «El halcón maltés» y «La llave de cristal» verán el nombre de otras dos mujeres. Josephine Nolan, la primera esposa de Hammett, a la que dedicó «El halcón maltés», aunque, cuando la novela se publicó, se había separado de ella para irse con la escritora Nell Martin. Nell Martin tendrá su dedicatoria en la «La llave de cristal». ¿Y qué fue de la verdadera Peggy O´Toole? Sabemos que se acabó casando con otro compañero de trabajo en Albert Samuels Jewelers y que su marido estaba harto de que  relacionaran el nombre de su mujer con el del escritor, aún décadas después de haber muerto Hammett. Hammett era y es mucho Hammett. 

 

Fuente:

«The lost detective. Becoming Dashiell Hammett» de Nathan Ward – Ed: Bloomsbury (2015) – En español la editorial RBA publicó la obra con el título «Un detective llamado Dashiell Hammett».

«Todas las novelas» de Dashiell Hammett Ed: RBA Libros, (2017)

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