Todos los escritores nos inspiramos en la realidad que nos circunda, las personas con las que cruzamos, conversaciones que oímos… El gran Dashiell Hammett modeló sus personajes basándose en su experiencia como detective en la Agencia Pinkerton y, posteriormente, como creativo de publicidad. Así:

– Gutman no iba tras el halcón, ni estaba en San Francisco, sino que era un sospechoso espía alemán, que vivía en Washington. Dashiell Hammett afirmó que «nunca me aburrí tanto siguiendo a un hombre»

– Brigid O´Shaughnessy era una mezcla entre una cliente que le contrató para despedir a su empleada y su asistente personal, Peggy O´Toole, en el departamento de publicidad de la compañía de joyas de Albert Samuel.

– Cairo le conoció en un caso de falsificación en 1920.

– Effie, la secretaria de Sam Spade, la «buena chica», en realidad era una amiga que le propuso un negocio de tráfico de drogas en San Diego.

– Wilmer, el matón de Gutman, le conoció en Stockton, California, un veinteañero orgulloso de su apodo en los periódicos «el bandido enano».

¿Y Sam Spade? Dashiell Hammet sostuvo que era un personaje completamente «idealizado… en el sentido de que era lo que la mayoría de los detectives con los que había trabajado les hubiera gustado ser».

Loading

Suscríbete a Inmisericordes
Si quieres estar al día de mis publicaciones, no tienes más que suscribirte
Tu dirección de correo electrónico no será cedida o vendida a terceros*. No SPAM

Otras entradas

«El baile de los penitentes» – Francisco Bescós (2014)

    Esta novela negra de Francisco Bescós, galardonada con el VIII Premio Internacional de Novela Negra de Carmona, está ambientada en Calahorra. La historia comienza con un perro vagabundo (protagonista involuntario) que observa uno de los protagonistas, Roque, sentado en una silla de plástico delante de su chalé “casi todas

Leer más »
Confirmado: La página tiene cookies. Si continúa la navegación, acepta su uso    Ver Política de cookies
Privacidad